¿CÓMO RESPONDO A LA MANERA EN CÓMO VEN A MI HIJO?
¿Qué haces cuando se le quedan viendo a tu hijo?, ¿Cómo respondes, cómo te sientes?
Esta historia, no es de aspectos médicos. Algunos probablemente ya me habían escuchado contarla, pero este fin de semana nuevamente viví una situación muy similar, por lo que consideró es muy importante compartirla.
Ayer en la consulta, una mamá me compartió una anécdota, con la que muchos papás pueden llegar a sentirse identificados, acerca del como reaccionamos ante la manera en como ven a nuestros hijos.
Beatriz me contaba que desde que nació su hijo con síndrome de Down creció un sentimiento de protección y defensa mucho mayor al que había sentido con sus otros hijos, decía: “lo veía tan pequeño, inocente e indefenso que me prometí que nada ni nadie le iban a hacer daño.”
Desde el inicio opté por una actitud a la defensiva contra todos, sentía que la gente lo veía con morbo, así que ante cualquier mirada asechadora respondía inmediatamente con diferentes frases: ¿qué le ves? , ¡no muerde !, ¡dedíquese a lo suyo en vez de estar de metiche viendo a mi hijo!, o cualquier cosa ofensiva que se me viniera a la cabeza, Esta situación empezó a convertirse en un problema , mi esposo ya no soportaba mi comportamiento, al grado de preferir no salir; y yo poco a poco, me fui alejando de la realidad y me metía en mi mundo, en donde la única misión era protegerlo de quien quisiera hacerlo menos, cualquier salida al parque restaurante, reunión familiar, etc., termina haciendo mi show…
Un día una amiga psicóloga que fue testigo de esta situación, me sugirió “cambiar el chip”: cuando sientas que ven a tu hijo, te puedes acercar amablemente y les presentas a Pedro, habla de sus cualidades, ¡inténtalo! Él es encantador.
Y así lo hice; esa misma tarde en la fila del súper nuevamente sentí esa mirada y actué: “me di cuenta que estabas observando a mi hijo, el es Pedro, le encanta el fútbol y escuchar música, es muy alegre ¡ah! también tiene síndrome de Down”. La señora se quedó helada y después reaccionó. Le dijo: qué gusto Pedro eres un chico muy guapo, a lo que él sonrió y le dijo tú también… uffff. No había peleado, me sentía de maravilla y Pedro también.
Me gusta mucho esta historia, creo que no se trata de ir por la vida presentando a Pedro; pero sí estar conscientes, que la forma en como veamos y tratemos a nuestros hijos, es la forma en como lo hará la sociedad.
Otro papá me comentó que las respuestas llevan ciclos y conforme pasa el tiempo, adquieres una mayor madurez, no es que no te importe, claro que sí y en ocasiones todavía duele la ignorancia, sin embargo, adquieres mayor fuerza y seguridad, esas miradas se resbalan y sigues tu camino…
Aún en estos tiempos existe mucha desinformación al respecto, como papás y profesionales tenemos la obligación de “normalizar el síndrome de Down”.
Nunca olvidemos que enseñamos con nuestro ejemplo, cito las palabras de Eliana Tardio: “Si andas peleando con todo el mundo tratando de demostrarles que tu hijo puede, probablemente le quitas la oportunidad a tu hijo de mostrar por sí mismo quien es él y lo mucho que puede lograr. Ten fe en él y deja que ocupe su propia voz”.
No centres tu vida en tratar de demostrar que es igual a los demás, sino en ser feliz aceptando quien es. Nadie necesita parecerse a nadie, sino sentirse orgulloso de su individualidad para brillar con luz propia.
Dra. Karla Adney Flores Arizmendi
Especialista en síndrome de Down