INTRODUCCIÓN DESARROLLO PERSONAL

 

 

Los niños, adolescentes y jóvenes adultos con síndrome de Down se están incorporando paulatinamente a la sociedad con un papel activo: se incorporan a la escuela ordinaria, acceden al trabajo normalizado, frecuentan los espacios de ocio y deportivos del barrio, son consumidores de servicios de salud, cuidado personal y estética, participan en grupos parroquiales, etc. En definitiva, están normalizando su vida en los diferentes ámbitos o esferas que esta vida presenta.

Esta realidad es tremendamente enriquecedora para las nuevas generaciones de jóvenes con síndrome de Down ya que les procura multitud de estímulos, nuevos modelos a imitar, mayores refuerzos… Pero esta misma realidad, a su vez, es muy exigente ya que le plantea al joven mayores retos: la necesidad de discriminar lo relevante de lo superficial, de reaccionar ante situaciones novedosas, de saber cuidar de sí mismo al disponer de mayores cotas de libertad y autonomía, etc.

Comunicar sus necesidades con precisión, solicitar ayuda, manejar la ansiedad, tomar un papel activo, controlar su lenguaje, acomodar la forma de relación, aceptar la opinión del otro o saber convivir con compañeros de acuerdo con unas normas, se convierten para estos jóvenes en habilidades de supervivencia.

Los jóvenes con síndrome de Down quieren salir a divertirse, tener novio/a, vivir de manera independiente, tener un trabajo; quieren, en definitiva, hacer sus propios proyectos de vida. Estos deseos planteados hace años eran eso, deseos. Actualmente, cada vez más jóvenes, afortunadamente, pueden ir haciendo realidad estos sueños. Ahora bien, esta autonomía personal debe acompañarse de la misma dosis de responsabilidad y compromiso.

Autonomía y responsabilidad son las dos caras de la moneda en las que debe apuntalar el joven su proyecto de vida, su proceso de crecimiento personal. Crecimiento que, necesariamente, debe partir de una serie de presupuestos básicos:

Debe basarse en un conocimiento profundo y una aceptación incondicional de sí mismo, todo ello dentro de un marco interpersonal, un “encontrarse a sí mismo” para proyectarse hacia los demás, enriqueciéndose en ese camino de “ida y vuelta”.

  • • Debe abarcar todas las dimensiones de la persona, esto es, relaciones familiares, aspectos laborales, ocio, aspiraciones personales, amistades y relaciones de pareja, y fomentar su capacidad de autodeterminación en estos ámbitos o esferas vitales.
  • • Implica necesariamente que los demás les percibamos en su rol de adulto, y les reconozcamos no sólo su capacidad sino su derecho a crecer en el sentido más profundo e íntimo de la palabra.
  • • Debe extenderse hasta la última etapa de la vida, la vejez, momento en el que la dimensión interpersonal cobra especial significado.

Con cierta frecuencia nos encontramos con niños, adolescentes y adultos que precisamente tienen dificultades en esta dimensión interpersonal: graves problemas de comunicación, dificultades para establecer relaciones afectivas, trastornos de conducta, etc.

En estos casos, el familiar, cuidador o profesor deberá encontrar la “onda” en la que el chico se comunica (gestos, sonidos, movimientos oculares, etc.), dándose una verdadera sintonía interpersonal en la cual la palabra es sustituida por la mirada, la caricia y el gesto. Más aun, será precisamente en estos casos de dificultad de comunicación en los que deberemos habilitar otras fórmulas o vías creativas para que el chico pueda expresar su mundo interior y así evitar un aislamiento y ruptura con el otro mundo, el exterior.

Por todo ello, consideramos fundamental, tanto en aquellos jóvenes con altos grados de capacidad y autonomía, como en aquellos con más limitaciones, potenciar su dimensión interpersonal o, en otros términos más actuales, su inteligencia emocional.

Ante lo expuesto, a los profesionales y familiares nos compete reflexionar, actuar en consecuencia e intentar dotarles de los mejores recursos posibles para que esta aventura de formar parte activa de la sociedad, con sus pros y contras, tenga éxito y sea gratificante.

Si queréis profundizar en este tema y conocer las actuales estrategias de que disponemos para mejorar la relación interpersonal, os invitamos a visitar la sección completa de Desarrollo personal en Downciclopedia.

Diana Cabezas

Fuente: https://www.down21.org/

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